El 16 de mayo el Villarreal logró una increíble victoria ante el Sevilla, aún en lucha por un puesto en lugares europeos. Se jugó la jornada 37 de Primera División, con el Submarino Amarillo que ya no podía alcanzar la Champions League vía Liga, luchando entre un lugar en Europa League y en la nueva Conference League, pero con el sueño de la final ante el Manchester United en el horizonte. Ya han pasado cuatro meses de aquel 4-0 a los de Lopetegui y el Villarreal no ha vuelto a ganar.
La semana después estuvo cerca de ganar al Real Madrid pero Benzema al 87′ y Modrić en el tiempo añadido le quitaron la joya a los castellonenses. Las cosas se pusieron mucho mejor en Polonia, donde el Villarreal pudo ganar la Europa League, pero también en esa ocasión el resultado al final del partido fue un empate. Y así se acabó una de las temporadas más importantes de la historia grogueta.
En la reanudación a los entrenamientos Unai Emery tuvo que preparar su equipo a una nueva temporada, esta vez en la máxima competición europea, la Champions League, y en una Liga que no se veía con los grandes tan heridos desde hace muchísimo tiempo. La maestría de Fernando Roig Negueroles en el mercado permitió cambiar poquísimo en la plantilla: ninguna venta relevante y algunos fichajes donde se requería. Lo que todos quisiéramos en cada verano para ver a nuestro equipo yendo a mejorar de temporada en temporada para alcanzar objetivos más ambiciosos.
Pero la pretemporada no ha ido tan bien como se esperaba. En seis amistosos llegaron justo tres empates y tres derrotas, marcando nueve goles y encajando doce. El peor balance veraniego que se recuerde: lo único parecido fue en el verano de 2004 cuando el Villarreal de Pellegrini no ganó ningún amistoso, pero pudo jugar solo tres, por tener que competir en la Copa Intertoto en julio (que, por cierto, pudo ganar tras eliminar Odense, Spartak de Moscú, Hamburgo y Atlético de Madrid). Pero todos saben que los amistosos sirven para experimentar y para hallar la mejor condición atlética.
Así empieza la nueva temporada en la Supercopa de Europa ante el Chelsea. Otro empate, pero esta vez sin gloria. En la Liga cambian los rivales pero no el resultado: doble cero a cero ante Granada y Espanyol (ambos han arrancado decepcionando: tienen dos puntos en cuatro encuentros) y otro increíble empate ante los campeones de España, encajando un estúpido gol en propia puerta a veinte segundos del 95 y último minuto de juego. Ni siquiera el amistoso ante el Sporting de Braga ha ayudado mucho para hallar una victoria que este equipo parece no saber más qué significa.
Ante el Atalanta el empate ha llegado al minuto 83, el Villarreal se ha visto otra vez remontado en los últimos minutos. Por cierto no ha pasado muchísimas veces, por ejemplo en la temporada pasada de Liga, en el último cuarto de hora, el Submarino Amarillo ha marcado mas goles que los que encajó (siete a seis). No se puede hablar de un factor. Pero la racha de partidos sin victorias ya ha alcanzado siete partidos oficiales, catorce contando también los amistosos.
Para encontrar una racha más larga tenemos que volver a la horrible temporada 2018-19 cuando, tras la victoria en el debut de Luis García Plaza en Europa, el equipo tuvo que esperar dos meses, un cambio de entrenador y diez partidos sin brillo para volver a celebrar los tres puntos. Por supuesto nada es irreparable y una buena racha puede revertir las sensaciones. También Marcelino en la 2014-15 cayó en una racha sin victorias que llegó a 11 partidos (y terminó sexto en Liga). Por citar un ejemplo aún más esperanzador: en la 2004-05 Manuel Pellegrini tras cinco jornadas había acumulado solo tres empates y dos derrotas pero logró llegar un inesperado tercer puesto en Primera División y los cuartos de final de la Copa Uefa.
Es cierto que este equipo tiene problemas y que no ha sido un gran arranque de temporada pero lo que puede alcanzar depende de su camino. Tal vez no llegará a cuarto en Liga como mucha gente espera, pero podría llegar más lejos de lo que se imagina en Europa. Primero hay que hallar el equilibrio táctico en la cancha, sin buscar justificaciones como las ausencias de los jugadores, ya que en un año las lesiones pasan y siempre puede faltar alguien. Por esto, más que de la faceta táctica, será importante construir una solidez mental para aprovechar de las rachas positivas y aguantar en las negativas.

Director en Italia de ilsottomarinogiallo.it