Parece que las casualidades nunca lo son, cuando nos enfrentamos nuestro Villarreal CF contra el Real Madrid o a algún que otro club muy importante. Yo quiero ser mal pensado. Mal piensa y acertarás que dice el refrán.
La designación como árbitro de la contienda, que dirían los clásicos, de Díaz de Mera para dirigir nuestro trascendental partido de octavos de final de la Copa del Rey, parecía entrar en una cierta lógica. Hasta que tras perder el conjunto blanco la final de la Supercopa árabe que orquesta Rubiales, ha coincidido (halos del destino para los que crean en ello, o un fuerte olor a sospecha para los que no en los que me incluyo), con un cambio de designación del referí pertinente por otro árbitro: Gil Manzano, que parece que desprende una manía persecutoria hacia nuestro sentimiento amarillo.
La sensación es que el guion de la Copa ya parece escrito para que la gane el conjunto blanco y así compensar su incipiente descarrilamiento en la liga unido al descalabro en la Supercopa, la cual parece montada como un coto de caza para lujo, disfrute y gozo siempre de los mismos.
Lo del jueves será surrealista, vamos a afrontar un partido de quedarnos o irnos en una competición con la que soñamos toda la afición, contra un rival, con un árbitro, que salió del vestuario del Madrigal entonces, con unas bolsas con el escudo del propio rival. Escandaloso e indignante.
Una vergüenza y un escarnio, pero tienen un problema serio Gil Manzano y el Real Madrid, les sabemos ganar y el ambiente va a ser de apoteosis para nuestro equipo y apocalíptico por consecuencia para el equipo de la Castellana.
Sabemos que cada segundo que nuestra afición estemos en silencio significará que estamos dejando abandonados a nuestros jugadores y aplaudiendo y animando al conjunto merengue. Pero estoy seguro y muy convencido, que vamos a responder con una animación bestial y una presión y una atmósfera que se consigue ahora en el estadio muy mágica y con toda la rabia pacífica, pero con toda nuestra alma y vida contra las injusticias que veamos en el partido porque será la única forma de eliminarlos, dicho todo esto con talante de deportividad.
Endavant Villarreal!
Aficionado incondicional del Villarreal CF desde Tercera hasta Primera División.
