Lo del Villarreal en Alcorcón

No hacía ni una hora que había terminado el partido cuando recibí un mensaje de mi gran amigo Jorge Llorens, pidiéndome que en este artículo para la web, contara con pelos y señales todo lo ocurrido en Santo Domingo, no será fácil, pero como te prometí voy a intentarlo, para ello empezaremos por el principio.

Viernes 1:00, en la plaza mayor de Vila-real suena de la mano de sus creadores, “Lax ‘N’ Busto” el “Tornarem” con más fuerza y emoción que nunca, como si de una premonición se tratara el sábado por la tarde se obra el milagro, sucede lo imposible, el Xerez equipo ya descendido a 2ªB le gana al Girona 2-4, abriendo la última puerta hacia el ascenso para el Villarreal, el último tren que no se podía escapar, un tren que pasaba por ganar en Alcorcón y quedarnos a dos puntos del segundo en la clasificación, teniéndolo que recibir el sábado 18 de Mayo en El Madrigal.

Domingo 5:00 Los 200 héroes amarillos parten hacia Alcorcón, las fiestas de San Pascual y sobre todo la cabalgata les hace a muchísimos otros no poder estar en esta batalla, al final son cuatro buses, 200 héroes que parten, muchos sin pegar ojo en toda la noche, dejando una ciudad en fiestas para encaminarse a lo que se intuye será la madre de todas las batallas, los héroes amarillos parten con todo su armamento preparado, banderas, bufandas, camisetas, gorros… pero sobre todo parten con muchísima ilusión, con muchísima fe y sin ningún tipo de miedo, allí en Alcorcón nos esperan 150 héroes mas.

Después de un viaje de más de cinco horas llegamos a Alcorcón, al entrar al campo nos damos rápidamente cuenta de lo que nos viene encima, nos hemos metido en la boca del lobo, Santo Domingo es lo más parecido a un caja de cerillas que hay en toda la categoría, la encerrona que podemos sufrir se antoja devastadora, nos percatamos que vamos a librar una batalla no solo en tierra ajena, si no en una situación a la que no estamos acostumbrados, pero en ese momento todo da igual, los 350 héroes (ya todos juntos) más alguno como Unai por ejemplo en otros sectores del campo, están preparados y listos para que comience la batalla final.

12:00
Inicia una batalla que en principio es de poder a poder, los 350 héroes alientan desde las trincheras, con Eva y Néstor haciendo levantar a la gente de sus asientos, increíble lo de Néstor ayer, menudo partido se marcó, es la tercera vez que lo felicito, pero es que ni una, ni dos, ni tres, se merece mil felicitaciones, muy grande Néstor…

El primero en golpear es el submarino
, el torpedo de Uche va directo al corazón de los 350 groguets en la grada, que explotan de alegría, es la primera bajada a la valla, la batalla en el campo y sobre todo en la grada empieza a ser amarilla. Cuando todos pedíamos irnos al descanso con el 0-1 llegaría la cabecita del capitán Bruno para hacer reventar el fondo norte, era el 0-2, algo espectacular lo que se empezaba a vivir en la zona visitante.

Con el descanso se repusieron las fuerzas, quedaban 45 minutos para sellar una victoria que nos daba de nuevo la vida o por contra perder la batalla y ver peligrar incluso la promoción, el Alcorcón empezaba con el juego directo y cada balón era un susto, hasta que llegó lo que nadie quería, el 1-2, el momento mas crítico, faltaban 16 minutos, 16 minutos de miedo, de angustia, el Villarreal no salía de su área y era avasallado por el rival, desde la grada se sacaron fuerzas de flaqueza y cada balón era despejado por la defensa amarilla siendo jaleado por los 350 héroes, era el momento de más apoyo, desde la grada se daba el último aliento. Se podían ver caras de angustia, de miedo, de sufrimiento, gente que se giraba (como José Pascual) en cada corner, o gente (como yo ) que no quería mirar y perdía la vista en el infinito. Los minutos no parecían pasar, mientras los balones iban y venían al área amarilla, pero esta vez la anteriormente tan desgraciada suerte nos tenía reservada su parte buena, el tan maldito último minuto esta vez fue nuestro aliado, cuando vimos a lo lejos como Canteros sentaba a un rival, a otro, encaraba portería y ante el grito de todos los allí presentes “¡¡chuta chuta!!..” yo personalmente no vi nada más, me vi ya en la valla, abrazado por una multitud de groguets que algunos ni conocía, fue el momento de mas éxtasis, José Pascual colgado de mi espalda, etc…mi sorpresa fue cuando conseguí levantar la cara y ver que a quien tenía delante de mí, a quien estaba abrazando y a quien tenía cogido por el cuello era a Juan Carlos, jamás podré olvidar su cara con los ojos llorosos y gritando como un poseso, para que se hagan una idea la misma cara que pusimos todos celebrando el gol, cara de locura, de rabia, de alegría, de ilusión, de pasión, de emoción, de liberación…

A partir de ahí se desató la locura en el fondo norte de Santo Domingo, la batalla había caído del lado nuestro y era el momento por fin de celebrarlo, después de haberlo pasado tan mal durante tantos minutos. Mientras el “volveremos otra vez” resonaba en el cielo soleado de Madrid con mas fuerza, ilusión y rabia que nunca, el colegiado señalaba el final del partido, el Villarreal lograba una victoria que le dejaba abierta otra vez la puerta hacia primera, la emoción se desató entre los 350 héroes que habían logrado vencer en la madre de todas las batallas, imágenes y momentos que jamás olvidaré, abrazos y palabras que siempre recordaré, ver a José Pascual abrazado a mi y a Xamu llorando, hace que se me ponga la piel de gallina aún hoy al recordarlo…Esas lágrimas que hace un año también viví y por desgracia fueron de tristeza, la felicidad era completa, con un nudo en la garganta y la piel de gallina se agradecía a los gladiadores amarillos la victoria, los cojones que le habían echado. Con una ovación cerrada primero a Llaneza y a Fernando Roig Nogueroles y posteriormente otra (apoteósica) a Marcelino, la gente fue abandonando el campo de batalla, con la emoción aun aflorando por la piel y la felicidad dibujada en la cara, con la satisfacción de haber hecho las cosas bien.

A las 20:00 llegaban los héroes a Vila-real ovacionados por todos aquellos que veían pasar los buses, había sido una auténtica paliza de viaje, yo personalmente llevaba mas de 35 horas sin dormir con todo el cansancio correspondiente, quemado como todos por el sol que allí hacía y sabiendo que hoy tocaba trabajar, pero ayer incluso hoy, nada importaba, la felicidad era y está siendo total y que nadie dude que lo volvería a repetir, yo estuve en Santo Domingo, yo vi allí caras, momentos, gestos…que jamás podré olvidar, he intentado plasmarlo aquí, no se si bien o mal, pero créanme que no es fácil describir el éxtasis, la emoción, el sentimiento que allí vivimos…

Me gustaría finalizar como he empezado, en la celebración del tercer gol un seguidor groguet a quien no conocía me cogió abrazándome exaltado con lágrimas en los ojos y gritando como un loco… “Si, si, que gran es ser groguet, collons!!..” ese era el sentir de toda la afición.

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